Todavía con la resaca del año nuevo chino, llega la hora de la reincorporación al trabajo. En Taiwan, es tradición que el primer día laborable del año, se celebre una pequeña ceremonia conocida como Kaigong (開工), que significa precisamente, inicio de trabajo.
En esta ceremonia, que se celebra en la calle, a las puertas de la empresa, se realizan diferentes ofrendas a los dioses, para pedir prosperidad en el año que empieza. Se prepara una mesa con alimentos, frutas, bebidas, y dinero de papel para los dioses. También se prepara un bidón, donde se quemará el dinero (falso).
Primero se encienden unas varas de incienso, y se reza para que el recién estrenado año sea fructífero para la empresa y sus empleados. A continuación, se coge el dinero para dioses, y se quema en un bidón preparado para tal propósito. Finalmente, se enciende una traca de petardos. Durante estos dos días, Taipei se ha llenado de bidones y de el ruido estrepitoso de los petardos, debido a la celebración de dicha ceremonia en gran cantidad de empresas.
La comida, aunque es ofrecida a los dioses, normalmente éstos no se molestan en bajar a por ella, y es finalmente repartida entre los miembros de la empresa.