Aprovechando que este año están saliendo bastantes sábados soleados en Taipei, hace poco nos fuimos de picnic a Daan Park, en el centro de Taipei. Este enorme parque tiene numerosos rincones donde sentarse a comer, o a descansar; al sol, a la sombra de los árboles o al lado del lago que alberga en su interior.
Después de comer, nos acercamos al auditorio, ya que unas azafatas estaban haciendo promoción de una actividad en la que participaban diferentes grupos culturales y bandas. Cuando llegamos, nos hicimos un hueco en una de las pequeñas colinas que rodean el auditorio, y nos sentamos en la hierba. Al llegar, un coro de niños aborígenes estaban cantando canciones tradicionales. Lo cierto es que los chavales cantaban bastante bien.
Justo después del coro, y para nuestra sorpresa, aparecieron sobre el escenario un grupo de taiwanesas flamencas, un guitarra y un bailarín (también taiwaneses). Sin saberlo, habíamos llegado a tiempo para ver una actuación taiwanesa de flamenco. Cabe decir que no soy ningún entendido en la materia, pero desde mi ignorante punto de vista, y teniendo en cuenta que nos encontramos en Taiwan, me dio la sensación que no lo hicieron nada mal, ni las bailarinas, ni el bailarín, ni la “cantaora”, ni el guitarra.
Lo más gracioso es que después de varios bailes, el bailarín, se puso a hace runa pequeña introducción al público presente sobre el flamenco y sus orígenes en Andalucía. También se enfrascó en la complicada tarea de enseñar a dar palmas y unos pasos simples a los cientos de taiwaneses allí presentes. El chico tenía labia, y el público siguió (y practicó) con interés todas las indicaciones que el bailarín iba dando. Como puede verse en el vídeo, coordinar a varios cientos de taiwaneses a bailar a un solo ritmo puede ser tarea hercúlea, aunque los presentes parecieron disfrutar de lo lindo. Por nuestra parte, nos quedamos infiltrados observando (disfrutando) de semejante escena y viendo incrédulos a cientos de taiwaneses gritar “Ole!” al unísono.
Espero que a algunos de los allí presentes les picase la curiosidad, y decidan montarse un viaje a España para disfrutar de la comida, la cultura, y el buen tiempo que hace ahora en verano!