Hace mucho tiempo que tenía ganas de escribir una entrada como esta, sobre la música que me evoca o que me motiva al viajar.
Desde que vivo en Taiwan, tanto por mi trabajo, como por el hecho de estar la isla en una posición privilegiada en Asia, he tenido la suerte de poder viajar con mucha frecuencia, tanto por Taiwan, a otros países asiáticos, y a Europa.
Con el tiempo he ido compilando una serie de canciones en una lista y que escucho con bastante frecuencia, pero especialmente cuando viajo. Ya sea en el vagón de un tren o en el asiento de un avión, estas canciones parecen evocar el inevitable paso del tiempo que sucede simultáneamente, aunque a dos ritmos, durante el desplazamiento de un lugar A a un lugar B. Estos dos ritmos son el exterior, estándar, el que todo el mundo es capaz de contar con un reloj (a saber, 1 minuto = 60 segundos), y el ritmo interior. El ritmo interior no es si no la percepción personal del paso del tiempo, que se distorsiona, como algunos físicos teóricos especulan que se distorsiona en algunas regiones del Universo con una curvatura espacio-tiempo diferente a la región donde vivimos.
Volviendo a la tierra y a las canciones: Esta canción de The Divine Comedy, la considero casi mi canción fetiche a la hora de viajar (y no sólo). Su letra es completamente inspiradora y motivadora, y me la pongo en mis cascos antes de tomar cualquier vuelo. Y realmente me cambia el humor, aunque me queden muchas horas de avión por delante. «Si el cielo no existe, cuánto nos habremos perdido, esta vida es lo mejor que nunca tendremos». Casi nada.
Descubrí esta canción de The Kinks en la película de Wes Anderson, «The Darjeeling Ltd.». En ella se pregunta el cantante una cuestión que nos hacemos muchos a la hora de iniciar un viaje. «¿Qué estaremos viendo mañana a esta hora? ¿Dónde estaremos? »
Esta canción de Iggy Pop me evoca a alguno de mis viajes a Londres (de éstos ya hace algún año más), y me imagino de nuevo allí, sentado en un tren nocturno que recorre los suburbios de la ciudad.
http://www.youtube.com/watch?v=hLhN__oEHaw
El siguiente tema es de Richard Hawley, y clama algo así como que «Esta noche, las calles son nuestras». No hay nada que me guste más cuando visito una ciudad que caminar por ella al anochecer. Sus calles se vuelven nuestras. Para caminarlas. Para recorrerlas. Para disfrutarlas.
Y la última canción de la lista es «No train to Stockholm», un clásico de Lee Hazlewood, versionado por Erlend Oye, que escuché por primera vez no en Suecia si no en un viaje a Noruega.
http://www.youtube.com/watch?v=wzhw-dOiKnI