En la línea de «cafeterías taiwanesas en las que…», hoy hablamos de «The Escape Artist». Ésta es una cafetería en la que además de poder tomar algo, uno puede dar rienda suelta a su creatividad, ya que ofrece la posibilidad de comprar un lienzo, y ponerse a pintarlo in situ.
El espacio está ubicado en un callejón, cerca de dos de las grandes arterias de la ciudad como son Xinyi y Dunhua, pero lo suficientemente alejado y escondido de ellas para ofrecer un remanso de paz en pleno centro de la ciudad.
En un día soleado, cada rincón de The Escape Artist, un local de diseño industrial y con grandes ventanales, queda bañado por luz natural. El espacio de cafetería es relativamente reducido, por lo que la tranquilidad está asegurada para que los artistas interiores que (casi) todos llevamos dentro, puedan concentrarse en el lienzo.
Aquellos valientes que se animen, tienen que adquirir un lienzo en la propia cafetería (los hay de varios tamaños y precios). Del resto se encarga el local, que pone a disposición un buffet de pinturas, pinceles y brochas de todos los tamaños.
Lo que después haga cada uno luego con el lienzo, es otra cosa.
The Escape Artist es otro ejemplo de la viva y variada oferta de cafeterías y actividades urbanas de las que goza Taipei.
He de decir que mis aptitudes con el dibujo son más bien escasas por lo que en mi visita, me limité a observar y a disfrutar de mi café del arte de mis acompañantes.
Las imágenes de este post son ejemplos de algunas sesiones de pintura en el Facebook de The Escape Artist.